lunes, 21 de septiembre de 2009

Fail!!

Por: Santiago Silva Jaramillo



La política exterior del gobierno de Barack Obama se ha caracterizado por su flexibilidad a la hora de hacer concesiones, que aunque puede resultar pragmática en algunos casos (como cuando pretende negociar con las alas moderadas del Talibán), también puede llevarlo a cometer graves errores. El anuncio de la semana pasada de parte del presidente estadounidense de la cancelación del escudo de defensa anti balístico en Polonia y República Checa fue uno de los últimos.

Los Estados Unidos querían con esta jugada bajarle un poco al calor en su relación con los rusos, que mantenían una dura oposición al escudo anti balístico polaco incluso amenazando con desplazar sus propios cohetes a la frontera, en Kaliningrado, pero Medvedev y Putin tomaron la decisión como lo que era, una clara victoria del Kremlin sobre Washington y se han permitido algunas valentonadas. Hicieron eco de la cancelación del escudo anti balístico en su país y dejaron clara su intención de no detenerse allí, sino de exigir otras concesiones al gobierno Obama, la mayoría de ellas, concernientes a las restricciones comerciales que aún pesan sobre Rusia desde la Guerra Fría. La otra intención de Washington con su decisión era que Rusia flexibilizara su posición frente a Irán y su programa nuclear y ayudara en los posibles acercamientos entre el régimen de Mahmoud Ahmadinejad y occidente. Sin embargo, el mismo Medvedev señaló que la cancelación del escudo polaco no suponía ningún acuerdo previo entre Estados Unidos y Rusia y que aunque él podría mostrarse más receptivo a las preocupaciones estadounidenses, esto no significaba ningún compromiso específico. Así pues, Obama regaló una gran victoria política a los rusos y seguramente no obtendrá nada a cambio, exceptuando más exigencias por parte del Kremlin.

Pero no sólo eso, Estados Unidos ha dejado abandonado con su decisión a naciones aliadas de Europa del Este como Polonia, República Checa y Ucrania, por no hablar de los países caucásicos. Ucrania y Georgia específicamente, que aspiran a entrar a la OTAN, enfrentando las reticencias por parte de Rusia, ahora se encuentran en una posición si acaso menos ventajosa frente a la renacida potencia del norte. Estados Unidos, que buscaba robar algunos de los aliados naturales rusos e involucrarse con fuerza en su área de influencia inmediata, posiblemente ha tomado las decisiones que sentenciarán esas pretensiones al fracaso.


Prueba todo lo anterior que hacer concesiones, sobre todo si son unilaterales, en las relaciones internacionales, puede ser sumamente perjudicial para un país y que hacerlo cuando lo que está en juego es tanto; cuando las apuestas son tan elevadas, puede condenar al fracaso toda una concepción estratégica y cambiar radicalmente las distribuciones del poder de toda una región.

martes, 1 de septiembre de 2009

Formando la disciplina, construyendo la profesión

Por: Jose Antonio Fortou R.



La semana pasada, de miércoles a viernes, se realizó el I Congreso Interuniversitario de Ciencia Política, evento local organizado por estudiantes de cuatro universidades de Medellín (EAFIT, Antioquia, Nacional y UPB) como un primer intento de empezar a crear comunidad académica y seguir con lo que Francisco Leal llamó la “profesionalización” de la ciencia política en Colombia.

Se escucharon ponencias y preguntas interesantes y pertinentes que pusieron de relieve algunos de los principales temas o problemas con los que se topa la ciencia política en nuestra ciudad. Quisiera hacer mención a uno de dichos temas: el clásico problema de las fronteras de la disciplina y su relación con otras. Dentro de esta temática, englobo tres provocativas discusiones que surgieron durante el Congreso.

1) Ciencia política y derecho. Mientras que José Olimpo Suárez propugnaba por una cercanía que hizo pensar en lo que alguno llamó un “politólogo abogado” y otros reaccionaron proponiendo un distanciamiento radical del paradigma legalista, unos más nos ubicamos en un punto medio: hay que tener un profundo conocimiento del derecho en este mundo cada vez más constitucional y jurídico, pero entendiendo siempre que el paradigma legalista no puede ocultar cómo son las cosas al hacer énfasis en cómo deben ser.

2) Ciencia política y filosofía política. La exposición de Jorge Giraldo nos recordó la cercanía de estas dos disciplinas y señaló el problema en el que se verían los estudios políticos en general sin la filosofía política: la teoría y los conceptos surgidos de ésta permiten, en buena medida, una mejor interpretación de los fenómenos políticos, por lo que la formación de un politólogo exclusivamente empírico-cuantitativo sería un grave error. Igualmente, el filósofo idealista debe “volver a la caverna” y aceptar que los conflictos de poder que se ven en ella son la realidad de la que se debe ocupar.

3) Ciencia política y moral. Aunque llevamos ya medio siglo de separación formal entre política, moral y ética, se escuchó una propuesta para entender y atender la pobreza no como un problema político, sino moral. Quedaron en el aire, sin embargo, dos puntos: a) la distinción entre moral y ética y cuál de ambas adoptar; y b) las implicaciones que tendría adoptar la perspectiva propuesta para el estatuto ontológico y epistemológico de la ciencia política.

Estos puntos sólo recogen parte de lo discutido en estos tres días. Obviamente surgieron muchos temas adicionales: el retorno al Estado en los estudios políticos, el quehacer del politólogo –la ciencia o la política como vocación–, las perspectivas a futuro de la disciplina en el escenario global, entre otros. Pero vamos paso a paso…