Fasnacht

Por: Santiago Silva Jaramillo.

Tuve la oportunidad el pasado 22 de febrero de asistir en la ciudad de Basel en Suiza a la inauguración del Fasnacht, uno de los festivales que, como en otros lugares de Europa, se realizan por esas fechas para recibir la pascua y despedir el invierno. La ciudad se prepara con cuidado durante semanas para el evento principal: el desfile inaugural consistente en docenas de flautistas y tamborileros disfrazados con grotescas mascaras, acompañados por grandes lámparas de papel que representan los eventos más significativos del año anterior, desde burlonas referencias a la cultura popular, hasta fuertes declaraciones políticas.

Y es en estas donde el tema obligado de éste año era la polémica desatada por la prohibición a la construcción de más minaretes en el país helvético. Para mi sorpresa sin embargo, la linterna dedicada al tema, en vez de contrariarla, apoyaba la medida. En la imagen se podía observar la celebración del Fasnacht en el año 2050, con desorientadas mujeres de atavío musulmán tocando las flautas y los tambores y una bandera turca ondeando en el fondo.

La decisión tomada por una mayoría de 58% en las urnas fue terriblemente impopular internacionalmente, sobre todo (y obviamente), en los países musulmanes, pero internamente supuso la expresión de preocupaciones propias y reales de la población suiza que ve, cada vez más, con razón o sin ella, una amenaza en la ingente inmigración islámica a su país. Parece improbable que en el futuro haya expresiones diferentes (radicales) a este tipo de medidas y expresión de opiniones, pero es innegable que la tensión existe y no es descartable que aumente con los años.